UN GESTO DEMOCRATICO QUE MARCA EL CAMINO
La decisión de Junts per Catalunya de consultar a su militancia sobre la continuidad de los acuerdos y apoyos al Gobierno de Pedro Sánchez representa un ejercicio de democracia interna poco habitual en la política española.
En tiempos de pactos de despacho y estrategias de partido, esta consulta devuelve la voz a las bases, recordando que la legitimidad política nace del pueblo, no de los cálculos parlamentarios.
Este gesto abre una senda que otros partidos harían bien en seguir. En particular, el Partido Nacionalista Vasco (PNV), socio histórico de múltiples gobiernos en Madrid, podría aprovechar la ocasión para replantearse su relación con el Ejecutivo central y someter a consulta directa a las bases , cuestiones que afectan de lleno a Euzkadi . Entre ellas, el recurrente incumplimiento de las promesas sobre el Tren de Alta Velocidad Vasco (TAV), una infraestructura clave para la vertebración territorial nacional de Euskal Herria y el desarrollo económico, que acumula retrasos y promesas incumplidas legislatura tras legislatura.
En un contexto donde crecen las evidencias sobre la corrupción sistémica y los vínculos oscuros de financiación política ...algunos con ramificaciones internacionales, como el dinero procedente de Petróleos de Venezuela (PDVSA) o del régimen del llamado “Cártel de los Soles”—, los partidos democráticos deben reivindicar la transparencia y la participación como antídotos contra la desafección y el descrédito institucional.
Desde Euzkadi , observamos que mientras Madrid Incumple , Junts devuelve la palabra a sus bases ..., tan solo falta que EAJ retome la iniciativa política .
La consulta de Junts no es solo una maniobra interna; es una llamada de atención a todo el sistema político. En el Estado y en una Euzkadi , desquiciada de promesas rotas y pactos opacos, devolver la palabra a las bases no es solo un acto democrático: es un acto de esperanza.
No obstante entre las cosas de los Catalanes ... y el naufragio de Sánchez ( esa ventana de oportunidad para el MLNV ) La fiabilidad de Carles Puigdemont —el mismo que proclamó una independencia que duró apenas diez segundos , es, a estas alturas, la que es. Y, sin embargo, el tablero político vuelve a girar en torno a su figura, como si el tiempo no hubiese pasado.
Nos encontramos ante un nuevo paradigma: el relevo en la tensión contra el llamado régimen del 78 parece encaminarse, de nuevo, hacia Euzkadi. La política vasca podría convertirse otra vez en el epicentro de una disputa que, lejos de ser nueva, revive viejos reflejos.
En este contexto, la imperiosa necesidad de que el EAJ retome el pulso y la iniciativa política resulta evidente. Pero, por ahora, toca esperar.
La decisión de no acudir a la sesión de control al presidente Sánchez en el Senado —una sesión determinante— ha sido, sencillamente, un error estratégico. Esa ausencia impide visualizar la tan necesaria diferenciación política del PNV respecto a los partidos estatales y Peor aún, hace que el partido parezca alineado, aunque sea involuntariamente, en una dinámica española que siempre le ha sido ajena.
Resulta inconcebible que el EAJ adopte ahora decisiones que recuerdan a las de HB hace cuatro décadas. La supuesta “utilidad” de no acudir al Senado no resiste el menor análisis: no solo no aporta nada, sino que transmite una imagen de parcialidad y de pérdida de rumbo.
Una estrategia coherente, constante y persistente podría haber calado, como el sirimiri, en la línea de escapar de esa trampa binaria entre “españoles de derechas” y “españoles de izquierdas”. Pero, tristemente, lo que parece es que alguien ha optado por atrincherarse, voluntariamente, en el búnker de la Cancillería de la Moncloa ante el inminente naufragio.
Gratis y por propia voluntad.
No tiene un pase.
JON DE URBIA